En la agricultura moderna, cada litro de agua cuenta, y la eficiencia de tus bombas es crucial para el éxito de la cosecha. Las bombas superficiales son increíblemente versátiles, pero también tienen puntos críticos que requieren de tu atención constante.
🔸 Cavitación
Ocurre cuando la bomba no recibe suficiente agua, creando burbujas que “explotan” y dañan el impulsor. Suena como si la bomba estuviera succionando piedras y es muy destructivo.
- Asegura que siempre haya un suministro constante y suficiente de agua a la entrada de la bomba. Revisa que el filtro de succión no esté obstruido y que las tuberías no tengan fugas de aire.

🔸Obstrucciones
Hojas, ramas, algas o cualquier residuo pueden entrar por la succión y bloquear el impulsor, reduciendo el caudal o dañando seriamente la bomba.
- Utiliza filtros de succión adecuados y límpialos regularmente. Inspecciona la entrada de la bomba con frecuencia, especialmente si tomas agua de acequias o canales.


🔸Desgaste por Abrasión
Si el agua contiene muchos sedimentos (barro, arena fina), el impulsor y la carcasa se desgastarán con el tiempo, perdiendo eficiencia.
- Si el agua es muy turbia, considera un sistema de filtrado previo o una bomba diseñada específicamente para manejar aguas con alta carga de sólidos.

🔸Mantenimiento general y entorno
Fugas en sellos, rodamientos ruidosos, vibraciones excesivas o un motor muy caliente pueden indicar problemas incipientes. Además, al estar a la intemperie, necesitan protección.
- Realiza inspecciones visuales periódicas y escucha atentamente tu bomba. La lubricación de rodamientos y el reemplazo de sellos a tiempo previenen averías mayores. Asegúrate de que estén protegidas de la intemperie (sol directo, lluvias fuertes) en una caseta o cubiertas.
El mantenimiento preventivo periódico es tu mejor aliado. Pequeñas revisiones y ajustes a tiempo pueden evitar grandes paradas y costosas reparaciones, asegurando que tu sistema de riego funcione de manera óptima durante toda la temporada.
